miércoles, 15 de diciembre de 2010

Capítulo 14


¿Qué le diría cuando le viese? lo primero disculparse, de eso estaba segura. ¿Y si él le decía todo lo que sentía? ¿qué le diría? No estaba preparada para otra relación con nadie, solo acababa de salir de una realidad relativa que ella misma se había atribuido a si misma sin saber que esa no era la realidad que tenía que seguir.

No quiere hacer daño a nadie más, pero si Germán le dijera a ella todo lo que él siente por dentro no tendría más remedio que hacerlo. Aun que hace años que sucedió, sigue estando muy presente en su corazón y no está muy segura de que esté preparada para nada más que para ser amiga de aquel chico.

Gema estuvo esperando durante mucho tiempo, pensó en muchas cosas de las que hizo, también de las que no hizo y pudo llegar ha hacer, de todo ello se arrepentía, ¿habría solución? De momento había una cosa que podía solucionar con solo disculparse, pero ¿el chico se conformaría con solo eso?

Espero durante una hora aproximadamente, pero no se cansó. Su amiga tenía razón: debía regresar a la vida para recordar todo lo que arriesgó por ella. Al final vio acercarse poco a poco a Germán por la esquina de una casa, que supuso que era la suya.

Él se iba acercando con aparente calma y ella le vio acercarse también con una calma aparente, porque no sabía lo que decirle. Pedirle disculpas, eso estaba claro, pero después ¿qué? ¿qué pasaría? ¿qué le diría él? estaba muy nerviosa, no le importaría ser amigo de Germán y relacionarse con gente nueva, pero ¿y si se le declaraba? ¿qué diría? ¿le diría que no puede ser? ¿le contaría el por qué no puede ser? Germán se merecía una explicación, pero no estaba dispuesta ha abrir una herida que había empezado ha cerrar en el momento en el que llamó su amiga.

Ya estaba en frente suyo, imaginaba que no se atrevería ha hablar primero y empezó ella misma con la conversación.

- Hola, lo siento, me parece que el otro día no nos presentamos como es debido.- Decidió empezar con tono irónico para intentar romper la tensión que hace unos pocos días ella provocó- Me llamo Diana.
- O-hola yo soy Germán.- se le notaba nervioso y tenso.
- Encantada.- Se acercó a darle dos besos para presentarse como es debido.
- O-oye, perdón por lo del otro día, no tenía derecho ha ponerte la manta por encima y mucho menos a pedírtela con tanta desfachatez.- No se lo podía creer, aquel chico se estaba disculpando por algo de lo que no tenía nada de culpa, pero aún le sorprendió más lo que le iba a decir y proponer a continuación- Verás, desde el día en que te conocí, me he estado preguntando por qué, después de lo que me hiciste, sigo pensando en ti.- Se sintió culpable por la última frase que pronunció. No tenía ningún derecho ha haberle tratado de tal manera el día que le conoció. Parecía que se había decidido ha declararse. ¿que sigue pensando en mí? buff... eso si que la agobiaba- Es porque te quiero, desde hace mucho.- la agobiaba de verdad- Quiero que estés siempre conmigo, que me des parte de tu cariño, no solo en mis sueños, tampoco quiero que formes parte de mi vida, quiero que sea la nuestra, quiero tenerte de verdad.

¿Ya lo había dicho todo? y ahora ¿qué hacía? Se muerde el labio inferior y piensa en lo próximo que va ha decir. ¿Pero en qué estaba pensando? lo primero que haría es disculparse por lo dicho y hecho aquella noche tan tormentosa.

- Perdoname tú a mí, he estado tan obsesa con mis problemas, que no he pensado que hay más personas con problemas. Por no pensar no he pensado ni tan siquiera en la posibilidad de que había más gente alrededor mío.- Comentó irónicamente para intentar quitarse tensión de encima, pero en vez de eso se puso más nerviosa pensando en lo próximo que iba ha decirle. Le iba a rechazar. Hizo una pequeña pausa, que a ella le pareció eterna. Se mordió nuevamente el labio, tomó aire y empezó ha parlar de la negativa a la negación de Germán- Y con respecto a que me quieres, eh... nunca me he planteado que nadie me quiera, eh... y no creo que yo te corresponda, eh... buff... no se, me siento agobiada.- Todo era verdad, nunca se ha planteado que ninguna persona se enamorase de ella de verdad.
- No te preocupes, tomate tu tiempo, puedo esperar un poco más.- Aquel chico era increíble. Habiéndole hecho todo lo que le había hecho y aún decía que podía esperar.

Saltó sobre su cuello y comenzó a llorar. Germán le había dado un tiempo para pensar y parecía estar dispuesto ha esperar hasta que tuviera una respuesta concreta. Ella no estaba dispuesta a empezar ninguna relación con nadie, pero no pretendía que Germán se quedase expectante a recibir una respuesta por su parte para al final decirle que no. Él correspondió a su abrazo y la apretó con todas sus fuerzas a su cuerpo. Llegó el momento de separarse. Se sentía a gusto con Germán y no quería que se alejase de ella, pero solo le quería como amigo. No estaba preparada y no pretendía prolongar el sufrimiento del chico por más tiempo.

- Lo siento Germán. No estoy preparada para una relación con nadie.

Le costó mucho pronunciar aquellas palabras, más por él que por ella, pero tenía que hacerlo, eso o tenerle sufriendo más tiempo del que debería. Se volvió ha lanzar a su regazo, pero este abrazo fue mas prolongado que el anterior.

- Lo siento, de veras.- Lo decía con sinceridad.
- No pasa nada.- A pesar de todo, no parecía tenerla rencor por nada.- Entonces, ¿amigos?

Se soltó de sus brazos para mirarle a los ojos. Le agradeció muchísimo que hubiese sido él el que pronunció esas palabras tan mágicas para ella, pero que a Germán, con toda seguridad, le afectaron bastante.

- No lo dudes.

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