miércoles, 15 de diciembre de 2010

Capítulo 15


[][][]Nunca sabes que piedras se te pondrán en el camino. Nunca sabes como ni cuando terminará tu vida, así que haz de cada momento que vivas el mejor de tu vida.[][][]

Un mes de enero de hace aproximadamente diez años, cuando todos los alumnos de primero de primaria regresaron de sus vacaciones de navidad con sus regalos, un chico nuevo se disponía ha empezar ese año, como novato, en aquel colegio en el que ella estaba.

Diana se llevaba muy bien con casi todo el mundo (siempre había excepciones), tenía su grupo de amigas y era popular. Pero, a diferencia de muchas otras, no se lo tenía creído. Diana ya desde primaria apuntaba maneras, era atractiva, femenina y seductora. Era una chica sencilla, que buscaba y daba cariño y comprensión. Una chica afectiva, simpática y que se dejaba querer por cualquiera que se lo mereciera.

El chico nuevo, nada más llegar, se ganó el respeto de toda la clase excepto de Diana, que le parecía el típico chico que alardeaba mucho sobre todo y luego no sabía ni tenía nada de lo que decía. Pero un día en un mes de marzo, la profesora le ordeno que se pudieran por parejas tal y como ella indicase. Andrés, que así se llamaba el novato de la clase, le toco con Diana. A Diana, al terminar la clase, le resultó un chico simpático, y a partir de entonces Diana y Andrés junto con Gema fueron grandes amigos. Se lo contaban todo entre ellos. Diana, Gema y Andrés era el grupo de amigos más envidiado por todo el colegio. Nunca se dirigían una palabra más alta que la otra, casi nunca tenían una discusión lo suficientemente fuerte como para acabar con una amistad tan sólida como la suya, todos los problemas los solucionaban hablando entre ellos. En fin, unos amigos de los de verdad y para toda la vida.

Un mal día, Diana con ya con doce años, en su casa, estaba tranquilamente jugando con su ordenado, en minijuegos, en un juego para varios jugadores, una persona desconocida le envió un mensaje privado, solo para ella, solo lo podía leer ella, esta lo abrió.

"Hola, ¿eres chico o chica?"
"Chica, ¿tú?"
"Yo soy un chico. ¿y cómo te llamas?"
"Diana."
"Un nombre muy bonito, encantado."

Aunque a Diana le hubiese fastidiado que le hablase por privado, no le cayó especialmente mal, parecía simpático. Había dicho que su nombre era muy bonito.

"¿Cuántos años tienes?"
"doce."
"¡Anda!, casi igual que yo. Tengo trece."

Y encima tenía casi los mismos años que ella. ¡Podrían llegar a ser amigos!

"¿De dónde eres?"
"De Murcia, vivo en los Alcázares, ¿y tú?"
"Pues te vas ha sorprender, pero soy de la misma zona."

Pues sí, a Diana le sorprendió bastante que viviesen los dos en los Alcázares y ni tan siquiera le conociese de vista.

"¿Tienes MSN?"
"¿Lo quieres?"
"Sí. Más que nada para seguir hablando."
"DAG_diana_3@hotmail.com"
"Vale, gracias, ¿podríamos seguir esta conversación por el MSN?"
"Claro"
"De acuerdo. Te agrego."

El juego ya le importaba poco, no le hacía caso, estaba más pendiente de lo que aquel chico hablaba con ella. Por eso cerró la página de minijuegos y se conectó al MSN. Nada más abrirlo, le apareció un recuadro, el cual anunciaba que alguien la había agregado y que si ella también aceptaba ese nuevo contacto en su MSN. Dio a aceptar. Se colocó como visible y empezó ha hablar primero ella.

"Me caes bien."
"¿Si?"
"Sí. ¿Quieres que seamos amigos?"
"Como quieras. ¿Tienes cam?"
"Sí, pero tengo que enchufarla."
"Es que quiero ver como eres de guapa."
"Ya está conectada."

Le envió la invitación a la cam y esperó a que aceptase. Aceptó. Solo se abrió una ventana, la suya. Esto le sorprendió.

"¿Por qué no sale tu ventanilla para poder verte yo también?"
"Es que no tengo cam."
"Ah..."
"Piensas en lo que quieres ser de mayor."
"No, nunca lo he pensado."
"Podrías ser modelo ¿sabes? Eres muy guapa."
"Gracias."
"Tengo una idea: posa para mí y yo te puedo hacer modelo."

Que majo era aquel chico. La decía que era guapa y que podría ser modelo si poso para él. ¿Se podía ser modelo a una edad tan temprana?

"¿Y cómo quieres que pose?"

La fue explicando como ponerse. Primero de frente. De perfil. De espaldas. Luego la convenció para ponerse en ropa interior diciéndola que era así como las modelos salían a las pasarelas de Madrid. Diana se lo creyó, porque en los telediarios, a veces veía ganadoras de desfiles, que eran muy jóvenes y que iban en ropa interior, así que le hizo caso.

"Perfecta."
"Gracias. Oye ¿me puedo poner ya la ropa? esto me da un poco de vergüenza y si vienen mis padres..."
"Una última petición: desnudate."

Esa palabra ya no le gustaba tanto, pero cuanto antes terminase, menos opción tenia de que sus padres la vieran así en la habitación. Sin discutir, se quitó el sujetador y lentamente también las braguillas. Bajó la cabeza, le daba mucha vergüenza y se había puesto muy roja.

"No te avergüences de ser tan guapa."

Esas palabras escritas en la pantalla de su ordenador la animaron mucho y se puso a desfilar por su habitación tal y como ya la dijo.

"Bueno me tengo que ir. Mañana te conectas y te digo que tal ha salido el tema."
"De acuerdo, mañana intentaré conectarme."

Él se desconectó primero. Diana se quedó desnuda delante del ordenaron durante unos segundos pensando en lo que había pasado y que, al día siguiente, le contaría a Gema y Andrés que iba a ser una modelo famosa. Poco después se vistió. No les dijo nada a sus padres.

Al día siguiente le contó a sus amigos lo que ocurrió. Se ahorró el contarles que la ordenó ponerse en ropa interior y desnudarse. Se limitó a contarles que un chico la estaba intentando ayudarla a ser una gran modelo profesional. Al finalizar las clases la desearon suerte y quedaron en que al próximo día les contaría, a Andrés y Gema, que tal le iría.

Cuando llegó a casa sus padres no se encontraban en ella. Casi no los veía en ningún momento. Pero ya estaba acostumbrada, así que no le importó demasiado. Encendió el ordenador y se conectó al MSN. Allí estaba.

"Hola."
"Hola. ¿Qué pasa con lo de ser modelo?"
"¿Quién ha dicho que vallas a ser modelo?"
"Me lo dijiste tu ayer."
"Yo no he dicho nada. Quiero que te desnudes de nuevo."

No le apetecía desnudarse. No quería desnudarse para él. Había roto una promesa que le hizo el día anterior y enzima quería que se desnudase de nuevo para él.

"No."
"Tengo fotos tuyas. Las puedo colgar en Internet, y las verán tus padres y amigos."

No quería que nadie se enterara de lo que pasó el día anterior en su habitación. Aquel chico ya no le caía bien, la estaba chantajeando, pero no quería que lo supiera nadie. Se le entumecieron los ojos y se la pusieron rojos.

"No llores. Eres muy guapa para ello. Tranquila, nadie más sabrá de esto, solo yo."

Poco a poco se empezó a desnudar hasta quedarse completamente desnuda, luego desfiló nuevamente por su habitación tal y como él le dijo ayer. Al cabo de media hora este sujeto se desconectó dejando a Diana sin ropa y totalmente destrozada por dentro. No había parado de llorar, pero parecía que al chico no le importaba lo más mínimo. Esa noche no pudo dormir ni un solo minuto.

Al siguiente día no tuvo más remedio que ir al colegio, aun que ella no tenía demasiadas ganas de ir. En la puerta se encontró con Gema y Andrés.

-Hola.- Dijo Gema.- ¿Qué tal vas con lo de ser modelo famosa?
-Bien.- Contestó desganada.
-Oye, no tienes buena cara. ¿Qué pasa algo?- Preguntó Andrés.
-¡No me pasa nada!

Nada más lo dijo se fue corriendo hacia el interior del colegio y llorando a moco tendido. Quería contarles todo lo sucedido, pero no podía y eso le daba mucha impotencia. Durante todo el día estuvo ensimismada, con la cabeza en otro sitio. No atendió a ninguna de las clases. No habló con nadie. Tampoco le dirigió la palabra a ninguno de sus amigos en toda la mañana ni se atrevió a mirarles a la cara. Cuando terminó el colegio, Diana, se fue deprisa del centro, sin detenerse para hablar con nadie y sin despedirse de Gema y Andrés. Iba de camino a su casa con paso ligero, porque no quería pararse. Iba medio llorando.

-¡Espera!- Era Andrés. La estaba siguiendo.- ¡Espera!

Se dirigía a toda velocidad hacia ella, y Diana apresuró más aun el paso. Pero al final la logró alcanzar y la agarró de un brazo para que frenase.

-¡Suéltame!

Con un ágil, pero desganado gesto del brazo se desembarazó de Andrés. Este la siguió.

-Ey... ¿Qué te pasa?
-Nada.
-¿Es por mí? ¿Te he hecho algo que te haya enfadado?
-No, no es por ti.

No aguantó por más rato, se derrumbó en el suelo y empezó ha llorar. Andrés se arrodilló a su lado y la abrazó en modo de protección.

-No es por ti.- Repitió Diana.
-Dime lo que te pasa...
-No quiero que sufras.
-Ya estoy sufriendo.- Replicó.

Diana le contó todo lo que pasó realmente con el caso de ser modelo. Se lo contó todo, no se dejó nada. En ningún momento de la conversación paró de llorar. Cuando finalizó de contar la historia le rogó que no le contase nada a Gema.

-Vamos, tenemos que denunciarlo.
-¡No! Por favor.
-De acuerdo, como quieras. Tranquila. haré todo lo que esté en mis manos.

Así fue, Andrés la ayudó en todo lo que pudo. Haciendo caso a las peticiones de Diana, Andrés no le dijo nada a nadie.

Al cabo de dos meses ya lo tenía casi superado. Ella hizo caso de todas las recomendaciones que su amigo le hacía para olvidarse del tema. Diana no volvió a hablar con aquel chico. Le borro de sus contactos en el MSN. Andrés la acompañaba todos los días hasta su casa en modo de protección. La estaba ayudando mucho más de lo que pensaba. No se lo contó ni siquiera a Gema. A veces se ponía a echar maldiciones por lo bajo a la persona que le hizo eso a su amiga.

Un día iban hablando animadamente de camino a su casa, con la vestimenta de verano. Estaban hablando sobre como pasarían ese año las vacaciones de verano. Todo ocurrió muy rápido. Andrés se despistó con una tienda de repostería que acababan de abrir. Sin darse cuenta se puso a cruzar un semáforo que estaba en rojo. A Diana no le dio tiempo a cogerle del brazo antes de que un coche le atropellase. El vehículo se dio a la fuga. Ella se dirigió a toda prisa a socorrerle. Se le empañaron los ojos, pero tuvo voz para pedir ayuda. Nadie se paraba, todo el mundo pasaba por allí haciendo caso omiso a la situación. Un señor la cogió del hombro y la levanto preguntándola algo que ni siquiera pudo escuchar. No hizo falta, en cuanto vio al chico tirado en la carretera se llevó la mano al bolsillo y se acurrucó a su lado. Diana se fue a la acera, pero no logró hacer nada más. Para ella la ambulancia tardo demasiado y cuando subieron a Andrés a ella Diana suplicó por todos los medios ir con él, pero no la dejaron subir. Envuelta en lágrimas se dirigió a casa de Gema a contarle lo que le había pasado a Andrés. Decidieron ir en ese mismo momento a la UVI para saber que le había pasado. Cuando llegaron las dijeron que el chico había muerto en la ambulancia. Para Diana fue como abrir una herida aun no curada. Él era el único que sabía lo que había pasado con el MSN. El único que la había ayudado a superarlo. Fue como morirse con él. Diana no volvió a levantar cabeza. Los padres de Andrés nunca la perdonaron lo que pasó con su hijo. Diana tampoco se lo llegó a perdonar. Nunca le contó ha Gema lo que sucedió realmente en el MSN ni que pasó con el tema de "ser modelo". Desde aquel momento jamás volvió a ser la misma.

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